martes, 21 de abril de 2009

La Dictadura Militar y los Medios de Comunicacion

El golpe militar del 24 de marzo de 1976 tuvo como objetivo primordial refundar la nación sobre nuevas bases políticas, económicas y sociales. Fue dirigido política e ideológicamente por el poder financiero nacional y transnacional, contando con el apoyo de las cúpulas de las fuerzas armadas homogeneizadas en torno a su proyecto. De este modo, las cúpulas militares constituyeron el brazo armado y ejecutor del poder financiero y económico.
El Golpe de Estado favoreció el proceso de concentración de capital en manos de un sector de la burguesía financiera, para lo cual era necesario liquidar no sólo todas las formas de resistencia popular, a través de la represión, sino también la resistencia de capas medias de la burguesía nativa. El “combate a la subversión” fue justamente la excusa utilizada para atemorizar a la sociedad y ocultar sus verdaderos objetivos.
Los medios de comunicación no fueron excluidos, también formaron parte de la censura impuesta por los militares teniendo así que, cuidar todos sus contenidos.
Durante el Golpe de Estado se sentaron las bases del control y de la concentración de los medios y de la información por parte de los más poderosos.
El comunicado nº 19 de la Junta Militar era muy claro:Se comunica a la población que la Junta de Comandantes Generales ha resuelto que sea reprimido con la pena de reclusión por tiempo indeterminado el que por cualquier medio difundiere, divulgare o propagare comunicados o imágenes provenientes o atribuidas a asociaciones ilícitas o personas o grupos notoriamente dedicados a actividades subversivas o al terrorismo. Será reprimido con reclusión de hasta diez años, el que por cualquier medio difundiere, divulgare o propagare noticias, comunicados o imágenes, con el propósito de perturbar, perjudicar o desprestigiar las actividades de las Fuerzas. Armadas, de Seguridad o Policiales. (Diario "La Prensa", 24 de marzo de 1976).
La radio argentina estaba en desarrollo, por lo que este proceso fue más largo y complejo de lo que tendría que haber sido. Además la televisión le estaba ganando territorio y el papel de juntar a todo la familia a la hora de la cena o del almuerzo ya estaba a cargo de la TV.
El 24 de marzo de 1976 a las 3:15 a.m. comenzó el sexto golpe de estado. Todos los programas de radio estaban pendientes de cada movimiento que hiciera cualquier oficial y a las 3:21 de la madrugada ya era un hecho, los militares gobernaban otra vez al pueblo argentino.
Desde ese día lo único que predominó en los estudios de radio fueron censuras y cuidados en los mensajes, llamados de atención, levantamiento de programas, clausuras de emisoras, prohibiciones, temas y personas de las que por “órdenes superiores” no se podía hablar.
Los puestos de asesores literarios fueron ocupados por militares que tenían una función mucho más importante que la de aconsejar a los locutores y productores de los programas, ellos registraban todo lo que se decía y salía al aire.
Los Diarios, por su parte estaban obligados a publicar únicamente los cables de noticia de ala agencia oficial TELAM; razón por la cual todos los medios entraron en cadena publicando todos la misma información.

Conclusión.

La dictadura militar buscó construir una sociedad que estuviera en función de su proyecto estratégico, donde pudieran quedarse con todo el esfuerzo de los trabajadores y de las riquezas naturales. En síntesis, una sociedad fuertemente desigual con una gran concentración de la riqueza y concentración en manos de unos pocos y sin capacidad de pensar o de expresar libremente su opinión instaurando el terror.
Sin duda lo más importante de este periodo sangriento que tuvo que atravesar la población argentina, son las dos medidas que se tomaron en él y que aun siguen vigente:
* Formación de Papel Prensa

* Sanción de la Ley de Radiodifusión (Ley 22.285)

Las dos medidas beneficiaron la conformación y el acelerado crecimiento de las grandes empresas monopólicas de medios que centralizan la información y emisión de mensajes, con el aval total del Estado.
Por lo tanto la ley de radiodifusión es fundamental para el desarrollo de nuestro país, ya que los medios de comunicación ejercen un fuerte poder en el espacio de lo público y en la construcción de significados y mensajes que forman parte de la cultura e identidad nacional.

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